Tras la muerte de Sura, Batiatus espera una entrega total por parte de Spartacus en la arena, y Lucretia la recuperación de Crixus; por otra parte Oenomaus, advierte a Spartacus de su conocimiento de su intento de fuga y de haberlo sedado para lograr su acometida, de igual forma el nuevo campeón merecedor de fama y gloria es solicitado para los próximos juegos a desarrollar, donde encarnara el papel de Marcus Minucius Rufus, antiguo general romano que enfretó una tribu traciana quedandose con la victoria. Paralelamente Varro recibe la visita de su esposa Aurelia de quien se entera espera un hijo de un mercader de la zona, mientras esto sucede, a Spartacus se le es informado que deberá luchar en los próximos juegos en representación del General Rufus, y que sus oponentes serán sesis prisioneros tracios condenados por delitos como robo y asesinato, ante la noticia el gladiador como única condición pide que si ha de luchar contra gente de su mismo pueblo, el será el único que le haga llegar el fin a sus vidas.
Tiempo transcurrido Spartacus nota que Pietros, antigüo amante de Barca, tras su partida y los abusos cometidos por parte de Gnaeus decide quitarse la vida; el nuevo campeón furioso por tal hecho ataca a Gnaeus lo que culmina con los sesos del reciario en el fondo del barranco. Por su parte Doctore tras cruzar unas palabras con Naevia comienza a sospechar los hechos que rodean la ausencia de Barca, por lo que interroga a Ashur, siendo sus palabras incongruentes con las expresadas por Naevia. Llegado el instante de la presentación del evento ante una reunión de Spartacus con su Dominus, el gladiador acepta el destino que los dioses han impartido para el, encendiendo así la chispa para acabar con sus próximos oponentes en la arena.
Tiempo transcurrido Spartacus nota que Pietros, antigüo amante de Barca, tras su partida y los abusos cometidos por parte de Gnaeus decide quitarse la vida; el nuevo campeón furioso por tal hecho ataca a Gnaeus lo que culmina con los sesos del reciario en el fondo del barranco. Por su parte Doctore tras cruzar unas palabras con Naevia comienza a sospechar los hechos que rodean la ausencia de Barca, por lo que interroga a Ashur, siendo sus palabras incongruentes con las expresadas por Naevia. Llegado el instante de la presentación del evento ante una reunión de Spartacus con su Dominus, el gladiador acepta el destino que los dioses han impartido para el, encendiendo así la chispa para acabar con sus próximos oponentes en la arena.
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